GRUB , en su versión 2, es el gestor de arranque (bootloader) más extendido entre las distribuciones GNU/Linux. Es capaz de trabajar tanto con firmware BIOS como con EFI y será el encargado de decirle a este que sistema operativo arrancar de los instalados en la máquina.
Para configurarlo no hay que irse mucho por las ramas, es tan sencillo como editar el archivo «grub.cfg». Según varios tutoriales que vi en internet este archivo está en el directorio «efi» dentro de «boot»… Pero en mi instalación lo encontré en la ruta «/boot/grub».
Abrimos una Terminal y antes de nada, como siempre deberíamos hacer, realizamos una copia de seguridad del archivo:
sudo cp /boot/grub/grub.cfg /boot/grub/grub.cfg.bak
Una vez hecho esto podemos editarlo con la seguridad de poder deshacer cualquier cambio si metemos la pata:
sudo nano /boot/grub/grub.cfg
Dentro de este archivo podemos modificar, por ejemplo, la linea set default=»0″ si no queremos que nuestra instalación de Ubuntu MATE sea la que arranque por defecto o set timeout=10 si esos 10 segundos de nada se nos hacen ETERNOS.
Una vez realizados todos los cambios guardamos y ejecutamos el comando:
sudo grub-mkconfig
Y ya solo nos quedará reiniciar y comprobar que todo funciona correctamente.